Cirujia del corazon

Atravesaste mi cuerpo
como una daga filosa,
penetrando muy profundo,
al centro del corazón.

Recorriste gota a gota
por mi torrente sanguíneo,
bendiciendo mis arterias
de tu infinita bondad

Aplacaste mi agonía
con sumo tesón y esmero,
haciendo que mi templanza
renovase cada dia.

Tu presencia fuerte, en la mía,
ha sido un canto a la vida,
reconstruyendo mis horas
con tu dulce creación.

Extirpaste cada espina
de mi cuerpo flagelado,
suturando las heridas
con dulces besos de amor.

Me ingertaste tu optimismo,
mutaste mi corazón,
y en cada acto genuino,
un hombre nuevo surgió .

Por tu presencia sublime,
por cada acto brindado,
solo me resta decirte...
Lo mucho que te amo.

Quiera Dios que en esta vida
el sentimiento perdure,
abrazando la esperanza...
con libertad, con amor
OSVALDO 

No hay comentarios:

Publicar un comentario